Monday, August 23, 2010

EL AGUA Y EL HOMBRE DE CROGMANON


Por Fernando Winfield Capitaine


En estos días de intensas lluvias vino a mi mente la sociedad del hombre de Crogmanon en Francia.

El primer contacto intelectual con este hombre tuvo lugar en 1964, en los cursos de Prehistoria en la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana. La maestra, doctora Hangert, precisamente Doctora en Prehistoria nos dio dos excelentes cursos semestrales sobre ese mundo fascinante de miles de años atrás.

Aparte de su especialización en Prehistoria, la doctora Hangert manejaba excelentemente la materia de religiones. Su maestro, de apellido Jensen en Alemania, era de la corriente de la Fenomenología un sabio alemán en Colonia, por lo que ella tuvo un soporte teórico envidiable que le permitió tener una visión amplia de este fenómeno cultural. Incluso, a Jensen le fue publicado un libro por parte del Fondo de Cultura Económica en México.

Durante la II Guerra Mundial, por las condiciones de escasez en el movimiento armado, su dieta consistía básicamente de sopa de cebolla, por lo que cuando vino a México a trabajar, una de sus obsesiones era tener la despensa bien llena, la cual nos mostraba llena de orgullo a nosotros.

Fue una gran Maestra pues fue ella la que por primera vez nos mandó al campo y publicó en un libro colectivo como editora de nuestras prácticas y trabajos de campo. Producto de estas experiencias fue el libro Medicina Tradicional en Naolinco, en una edición mimeografiada.

El mito de Hainuwelle de Oceanía se nos grabó en la mente. Es sobre un sacrificio tradicional de los pueblos cultivadores consistente en sepultar viva a una mujer, dejándole solo asomar la cabeza para luego ser decapitada. Este mito es la prueba más fehaciente de que los pueblos cultivadores practican el sacrificio humano, mientras los pastores no.

La Prehistoria se divide en Paleolítico, Mesolítico y Neolítico en base al trabajo de la piedra. Es en el Neolítico cuando ya se cultivvan las plantas. En consecuencia es en esta época en la cual se inician los sacrificios humanos.

Hay que recordar en la Biblia Jehová ordenó a Caín y a Abel que le hicieran ofrendas. Abel ofeció plantas al Señor, mientras que Caín sacrificó animales, por lo que a Dios no le agradó la ofrenda de Caín por lo que este fue uno de los motivos fundamentales para asesinar a su hermano.

También el culto al oso entre los ainus, pueblos del norte de Japón, durante el cual se pedía perdón ante el cadáver de un oso por haberlo matado, dándole a comer y beber con un levanta bigotes ceremonial; y la maestra decía para reforzar su plática “y entonces el ositooo…”

Otro concepto más que aprendimos fue el del Señor del Monte, o Señor de los animales. Hay una pieza olmeca o post olmeca que Medellín se trajo del sur de Veracruz, y que bautizó precisamente como “El Dueño del Monte”. Es la idea entre los pueblos cazadores de que los animales tienen un dueño al que hay que pedirle permiso para cazar los animales.

Alrededor de la cacería de animales hay una serie de ceremonias previas que garantizan el éxito en la misión; por ejemplo, entre los popolucas es importante la abstinencia sexual por varios días anteriores a la expedición.

En 2001 fuimos a Francia mi esposa y yo como parte de una gira por varios países europeos. Tuvimos la oportunidad de visitar Cromagnon, un sitio con cuevas desde donde se despliega una vista maravillosa y la ruta serpenteante de un río. Ahí, el hombre de Cromagnon se cubría de la lluvia y del crudo invierno en sus cálidas cuevas.

Recuerdo que entre los compañeros de clase estaban Jesús Morales Fernández (q.e.p.d.), Francisco Beverido Pereau (q.e.p.d.), Enrica Molinai, Ana María Reyes Escobar (mi esposa), Violleta Martí Yáñez, Margarita Contreras, Eliel Fita (actualmente Magistrado Federal), David Navarro, de la Rosa y otros colegas más.
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Saturday, August 14, 2010

ESTIMADOS seguidores

ESTIMADOS seguidores de mi querido amigo Fernando, agradezco mucho sus comentarios e inmediatamente le paso a su correo los mismos, sin embargo les pediría el enorme favor que me dejen sus correos para poder darselo y así él se comunique con ustedes; yo soy la editora de este este blog que en realidad forma parte de mi portal de noticias: www.lagazeta.org
Trataré de facilitar su contacto con ustedes.
gracias.

Friday, February 05, 2010

TENOCHTITLÁN

Por Fernando Winfield Capitaine

De todos los pueblos del México prehispánico, posiblemente de ninguno se disponga de tanta información como de los aztecas.
Al inicio del periodo Postclásico la región septentrional de Mesoamérica entra en movimiento. Las diferentes poblaciones que formaron aldeas permaneciendo largo tiempo en la zona de Chalchihuites y distintas masas bárbaras, deciden iniciar una emigración al centro. En su lento peregrinar se establecen en muchos lugares, a veces por periodos prolongados, que después abandonan siguiendo el lema de "buscamos nuestra casa".
Los primeros en llegar al Altiplano son los conjuntos chichimecas, comandados por Xólotl que contemplan las ruinas de Tula. Se asientan inicialmente en Tenayuca y ocupan Texcoco y Culhuacán, celebran alianzas con Atzcapotzalco, Tlaxcala y Cholula, llegando a enseñorearse del vasto territorio que comprende los estados de México, Tlaxcala, Puebla, Morelos y parte de Veracruz. Son recibidos en relativa paz por los dispersos sobrevivientes toltecas, iniciándose un notable proceso de aculturación que los lleva finalmente al abandono de sus costumbres bárbaras. La aguerrida personalidad de los chichimecas se atempera con los herederos de la cultura tolteca.
Sucesivas aportaciones migratorias que vienen del norte y alguna de la mixteca son acogidas sin problemas aparentes, repartiéndose entre ellos todo el territorio sometido, incluido el margen de los lagos de Chalco, Xochimilco, Texcoco, Zumpango y Xaltocan, hasta que debido al crecimiento de la población, vino el enfrentamiento que creó un intenso clima de tensión social en la zona.
En esta circunstancia y con evidente rezago por su permanencia en Jalisco, Michoacán y Estado de México, hacen su aparición los aztecas, ahora nombrados mexicanos. Vienen encaminados por cuatro sacerdotes que siguen los mandatos de su dios tribal, Huitzilopochtli, el Huichilobos de los españoles; a pesar de su ascendiente tolteca y chichimeca, son desconocidos y humillados; podría afirmarse que llegan tarde al reparto. Quizá con el fin de eliminarlos, los tepanecas de Atzcapotzalco les permiten ocupar Chapultepec y Tlatelolco.
Con un espíritu indomable se sobreponen al medio adverso y después de un tiempo atacan Tenayuca, siendo perseguidos y diezmados por una coalición de xochimilcas, culhuas y tepanecas. Al ser dispersados, algunos permanecen como esclavos en Culhuacán, mientras que otros son deportados a Tizapán, lugar infestado de serpientes.
Requeridos por Cóxcox, soberano de Culhuacán, son parte fundamental de una victoria sobre Xochimilco, pero al ser premiados con el otorgamiento de una hija de Cóxcox a fin de iniciar una nueva dinastía, la sacrifican y otra vez son arrojados y confinados en un islote inhabitado en el lago de Texcoco.
En tal lugar, siguiendo las palabras de Huitzilopochtli, con la advocación de Tláloc y en presencia de los símbolos primordiales: la tierra, el nopal, el águila y la serpiente, fundan Tenochtitlán en 1325.
Bajo el mando de sus sacerdotes, la primera acción consiste en erigir con cañas y ramas, el templo de Huitzilopochtli. Después de mucho tiempo y padeceres encuentran al fin su casa.
Desde el comienzo, la ciudad va a tener un orden determinado. "El centro estará ocupado por el espacio sagrado, el recinto ceremonial, en donde se encuentra el Templo Mayor, centro fundamental de la cosmovisión de este pueblo. De este espacio sagrado van a partir las calzadas orientadas hacia los puntos cardinales, lo que le da una configuración a la urbe de cuatro grandes 'barrios', la que al ir creciendo va a multiplicarse" (Matos, 1993b:19). ¨(Matos Moctezuma, Eduardo. b) "Tenochtitlan". En: Arqueología mexicana. 1(4):75-76, octubre-noviembre de 1993).
Pero el acoso de Tenayuca y Culhuacán no cesa, si acaso logran un respiro al traer a Acamapichtli, noble culhua de ascendencia tolteca, al que elevan como Primer Tlatoani en 1376.
El templo de Huitzilopochtli es agrandado y embellecido y surgen trabajos de gran magnitud, como el albarradón que evita inundaciones, construido bajo la sabia dirección de Netzahualcóyotl. Por acueductos se trae agua de Chapultepec y Coyoacán y se desplantan las calzadas de Iztapalapa, Tepeyac y Tacuba, comunicando el islote con tierra firme.
Conservadores rigurosos de la antigua tradición religiosa, los grupos nahuas parten desde Chicomóztoc para fundar Tenochtitlan en un islote. La principal importancia de Huitzilopochtli se advierte en la consagración del Templo Mayor: compartirá espacios con Tláloc. Pero en cada conquista guerrera de otras comarcas, los mexicanos tomarán las deidades locales integrándolas a su panteón, conservando las imágenes en el lugar que para tal efecto se les tenía destinado en el recinto del Templo Mayor, pasando a formar parte del séquito de Huitzilopochtli.
Se logran cultivos en chinampas y se complementa la alimentación con la recolección y caza de los elementos de la flora y fauna lacustres. No obstante, se necesita de otros productos que no hay en el Altiplano, como lo son el algodón y el cacao.
En una vertiginosa sucesión de luchas y alianzas en que intervienen Culhuacán, Xochimilco, Chalco, Atzcapotzalco y Texcoco, acaban por imponerse en el extenso territorio, añadiendo a sus fronteras la Huasteca y el Totonacapan, a la Mixteca, Tehuantepec, Soconusco, incursionando hasta Nicaragua. Morelos, Guerrero, Jalisco, Durango, Zacatecas, Colima, Nayarit y Sinaloa. La excepción la constituyen los señoríos de Tlaxcala, Cholula u Huexotzingo, así como Michoacán, que nunca pudieron ser doblegados.
Además del dios tribal se venera a Quetzalcóatl, de quien es gemelo. También a Tezcatlipoca y a una multitud de dioses que con sus contrapartes femeninas, aparecen en un abigarrado cuadro.
Las festividades del Fuego Nuevo cada 52 años cobran especial significación, pues se espera con temor la caída del cielo y la destrucción del mundo. Después de superado el paso, en un acto de renacimiento se renuevan templos y atavíos, casas y enseres domésticos; la humanidad podrá vivir por otros 52 años.
Pero los días del dios tribal estaban contados; resultan interrumpidos en un aciago año 1 Caña, que en el calendario juliano correspondió a 1519, por efecto de la conquista hispana sobre Mesoamérica. Cortés hilvana alianzas con muchos pueblos agobiados del tributo mexica: totonacas, cholultecas, tlaxcaltecas, y en un golpe estratégico de alta diplomacia mueve las poderosas fuerzas indígenas contra el imperio de Tenochtitlan.
Bernal diría después de atravesar la difícil ruta de los volcanes y realizar el descenso, ante el panorama que la ciudad le presentaba ante sus ojos desde Itzapalapa:

"Desde que vimos cosas tan admirables, no sabíamos qué decir, o si era verdad lo que por delante parecía, que por una parte en tierra había grandes ciudades, y en la laguna otras muchas, y veíamoslo todo lleno de canoas, y en la calzada muchos puentes de trecho a trecho, y por delante estaba la gran ciudad de México..."

La ciudad será comparada a Venecia en un intento del europeo por racionalizar ambientes extraños y novedosos para él.
Los mexicas siempre se consideraron herederos de las glorias de Teotihuacán y muy especialmente de los toltecas de Tula, por lo que significaba de cultivo al arte y la ciencia. En su migración pasan una temporada en la abandonada ciudad, que hace una profunda impronta en su alma cultural.

winfer46@hotmail.com