Monday, January 29, 2007


EL GLIFO A2 DE LA MOJARRA. ICONOGRAFIA DE LA CEJA EN MESOAMERICA.
Fernando Winfield Capitaine
(Museo de Antropología. Universidad Veracruzana)
Resumen.
Este trabajo no pretende ser un inventario general de las representaciones de ceja en objetos mesoamericanos pues sólo pone atención en aquellas representaciones semejantes al glifo A2 (fig. 1) de la Estela 1 de La Mojarra, descubierta en el estado de Veracruz en noviembre de 1986.
Muchos monumentos de Mesoamérica presentan la ceja asociados con deidades o animales vinculados a entidades reptiles. Fueron descubiertos en diferentes regiones -Cerro de las Mesas, Izapa, Kaminaljuyú, Monte Albán, Los Tuxtlas y otros lugares. Pertenecen a diferentes épocas.
Es de todos bien conocido el hecho de que las representaciones pictográficas de los códices prehispánicos se caracterizan por que los individuos no tienen la ceja pintada, patrón que los distingue de los lienzos hispánicos y que permite diferenciar a ambos.
[1]

Introducción
Cuando se iniciaron los estudios de iconografía ha varios lustros, fue posición común interpretar a las diferentes figuras representadas en estelas, vasijas, lienzos y demás obras culturales prehispánicas como dioses, "monstruos", o seres metafísicos presuntamente inventados por la imaginería precolombina. Designaciones tales como monstruos Cauac, Jester God y otras, revelan la actual dificultad por comprender la naturaleza zoológica de seres reales que fueron llevados a la representación gráfica en los tiempos precolombinos.
En una primera etapa se dieron las representaciones naturalistas, para posteriormente llegar a modelos más abstractos, y por ende, más difíciles de diagnosticar.
Un avance importante en el esclarecimiento de la iconografía, fue el descubrimiento por Heinrich Berlin Neubart
[2] del llamado "glifo emblema", toponimia ligada a sitios dominados por linajes reinantes mayas.
Posteriormente, Tatiana Prouskouriakoff precisó más las representaciones, al descubrir en Yaxchilán y en Piedras Negras que los personajes representados en las estelas, correspondían a gobernantes reales que habían vivido ahí
[3], iniciándose así la práctica reciente de identificar con nombres propios a los gobernantes antiguos.
La hipótesis de que las lecturas astronómicas determinaban la mayoría de los casos de factura de los monumentos mayas, tan en boga en la década de los treinta, fue parcialmente abandonada para retomarse con mayor intensidad en los últimos años. Así, C. Tate ha vinculado los eventos políticos en Yaxchilán, a los astronómicos, configurando de esa manera los gobernantes mayas la "justificación" celestial de su ascensión al poder y el inicio o coronación de sus empresas guerreras y comerciales
[4].
Toca a la moderna antropología buscar los orígenes de algunas representaciones, en el estudio detallado de las especies animales que vivieron o aún viven en el área de estudio.
Lamentablemente, muchas especies desaparecieron o están en vías de extinción, por lo que es necesaria la colaboración del biólogo a fin de reconstruír y/o esclarecer las características anatómicas y los hábitos de muchas especies, estudio que puede contribuír a arrojar mayor luz sobre las figuraciones que plasmaron los antiguos en la piedra, la arcilla, y demás materiales empleados en la elaboración de sus objetos de arte.
Ya Bonifaz Nuño
[5] ha contribuido ejemplarmente a demostrar lo útil que es conocer perfectamente a las especies que poblaron un hinterland anterior, aportando la presentación de estudios anatómicos de algunas especies, permitiendo diferenciar a la serpiente del jaguar, mismos que le han permitido derribar algunas posiciones ortodoxas que estaban adquiriendo el perfil de dogma en los estudios arqueológicos, tales como la de pensar en el jaguar como el leiv motiv de los olmecas del periodo preclásico.
Otro trabajo reciente de Kent Reilly (1990) acerca del chamán en su actitud de transformación, inscrito en el tema del gobierno en el arte olmeca, descrifa la naturaleza zoológica de una antigua representación iconográfica en varios monumentos de Chalcatzingo, Cuenca alta del río Balsas, Juxtlahuaca, San Lorenzo, Teopantecuanitlán y del estado de Veracruz, llegando a la conclusión de que se trata del sapo Bufo marinus.
Gracias a una investigación (Robertson, 1990) sobre el Dios Número Trece, he podido identificar al animalito representado como un hipocampo o caballito de mar.

La ceja
Un trabajo presentado en la Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología en Cholula, Puebla (Ramón, 1972), reúne representaciones iconográficas de cejas de varias regiones de Mesoamérica, especialmente del área central y de Oaxaca, a través de la cerámica, la escultura en piedra y los códices conocidos, en un primer intento de explicar el rasgo en representaciones de serpientes.
Otro trabajo de carácter más general es la excelente presentación de Pierre Agrinier en torno a los huesos esgrafiados 1 y 3 (figs. 2-6) de la tumba 1 de Chiapa de Corzo (1960).
El referido elemento está claramente representado en un extraordinario monumento del río Acula, conocido como la Estela 1 de La Mojarra, ubicado temporalmente en el siglo II d.C.
[6] El glifo ocupa la posición dos en la columna A, formando parte de una de las dos fechas de cuenta larga que acompañan a la inscripción, en este caso, a tres kayab, según el Haab o calendario solar de 365 días.
Cortez llama "garra de jaguar" (jaguar-paw) al elemento iconográfico, como puede observarse en el dibujo 27 correspondiente a la Estela 69 de Izapa. Como se verá más adelante, el análisis iconográfico cuidadoso del corpus de piezas del sureste mesoamericano indica que se trata de la representación de un maxilar inferior humano (el primer elemento vertical es la apófisis coronoide y el curvo es el cóndilo de la mandíbula) asociado a entidades reptiles, como las distintas variedades de serpientes, caimanes, peje-lagartos y otros géneros de animales.
Rubén Bonifaz Nuño en sus investigaciones iconográficas afirma que las primeras representaciones de la ceja de la serpiente aparecen en Teotihuacán, pasando a Cacaxtla; de ahí a las culturas del Golfo, para finalmente retomarla ya la cultura azteca, en la forma de un petate (comunicación personal de 15 de diciembre de 1990). Es decir, tenemos disponible una cambiante elaboración estética de más de 15 siglos, en torno a uno de los animales fundamentales de la civilización mesoamericana, la serpiente.
La frecuente superposición de elementos que integran los conceptos indígenas seguramente fueron dominados excelentemente por las antiguas civilizaciones mesoamericanas. La pérdida de esa visión del mundo ocasionada por la conquista hispana y por el tiempo, hacen trabajosa en la actualidad la identificación de las partes que integran el todo que estamos contemplando frente a la obra de arte. El único método posible es tratar de descomponer la estructura en mínimas partes coherentes, cual si se tratara de un rompecabezas con variadas partes integradoras. Luego, analizar y comparar cada uno de los rasgos de la estructura con todas las representaciones conocidas, dudando más de los dibujos que de las fotografías. Ideal sería poder disponer de calcas para poder analizar verazmente los relieves.
Izapa es un sitio del preclásico en cuyas dos estelas se puede localizar el glifo A2 de La Mojarra. La Estela 2 (figs. 7-8) presenta la ceja en un individuo alado descendente que figura como elemento principal del monumento (Cortez, 1986:122, fig. 7; pág. 142, fig. 27). La Estela 67 (fig. 9) con una escena eminentemente acuática porta un dios del agua con la ceja idéntica a la de La Mojarra (Navarrete y Hernández Pons, 1985: 240). Dicha Estela 67 contiene una de las representaciones más claras del glifo A2 formando parte de la ceja del dios Chac. La tradición cultural de Izapa ha sido considerada contemporánea de la de La Mojarra. En aquélla la ceja es un maxilar inferior claramente identificado.
Otro lugar del mismo periodo es Cerros (fig. 10) en Belice, cuyo gran mascarón en la Estructura Sc-2nd., Fachada Este baja tiene el A2 (Cortez, 1986:138, fig. 38).
En Escuintla, la Escultura en bloque de un "felino-sapo" (Parsons, 1986: pl. 83), no es más que la cabeza de una serpiente en la que el glifo A2 está suavemente redondeado sobre su ojo.
Un jade con el Jester God (fig. 11) exhibido en Estados Unidos de Norteamérica, Utah Museum of Fine Arts, Salt Lake, ubicado entre el 600 y el 800 d.C. (13 x 5 x 9 x 3.5 cm.) (Schele, and Miller, 1986:91, pl. 11), tiene una ceja altamente elaborada. Probablemente sea más temprana la fecha (propongo el siglo 2 d.C.) que la que arriba se le ha asignado tentativemente.
Una bella máscara de jade (fig. 12) atribuida a una deidad, exhibida en Gran Bretaña, Museo Británico, ha sido fechada entre 50 y 300 d.C. 23.2 x 15.6 cm. (Schele and Miller, 1986:93, pl. 15). Presenta el glifo A2. Seguramente fue una máscara funeraria con los rasgos del difunto y los elementos superpuestos de la serpiente, entidad asociada al inframundo.
Una vasija en piedra (fig. 13), con una visión de serpiente incisa (alto relieve), ubicada temporalmente entre 200 a.C. a 100 d.C., y con medidas de 12 x 14.2 cm (Schele and Miller, 1986:192, pl. 67b) se exhibe en Estados Unidos de Norteamérica, Dumbarton Oaks, Washington, D.C. Tiene bien delineado sobre su ceja el glifo A2. Sobre la cabeza de la serpiente se encuentra un mascarón sumamente elaborado que antoja una descripción más amplia de la totalidad de sus elementos iconográficos; sólo baste decir aquí que en la parte superior e inferior de él hay dos volutas en forma de columnas de humo en cuya parte anterior se ubica una placa con cuatro agujeros. Sobre la parte anterior a la nariz también se encuentra el glifo A2 parcialmente oculto.
El personaje de los huesos esgrafiados 1 y 3 y el animal del hueso esgrafiado 1 de Chiapa de Corzo (figs. 2-6) tiene el glifo A2 (Agrinier, 1960:6, 7, 8, figs. 1, 2, 3; págs. 15, 16, figs. 9, 10, 11). Lo más extraordinario en este caso es que el elemento tipo correa es igual al de los mascarones superiores en el personaje principal de La Mojarra.
Otros monumentos contemporáneos a la Estela 1 de La Mojarra son los de Kaminaljuyú. Este sitio es el que presenta el mayor número de ejemplos con respecto al asunto que estamos tratando, además de abundantes representaciones de otros glifos y elementos que aparecen vinculados con la Estela 1 de La Mojarra (Winfield, 1990).
Un personaje con tocado en forma de ave, tiene sobre su cabeza un maxilar inferior (fig. 14) (Hellmuth, 1987:228, fig. 480) idéntica al glifo B4 de La Mojarra, el cual guarda una estrecha relación iconográfica con el A2 ya que éste último es una versión estilizada de aquél. Lamentablemente la vasija sobre la cual está el dibujo pertenece a una colección privada y Hellmuth supone que es de Kaminaljuyú.
La Estela 1 (Parsons, 1986, fig. 145); (Barthel and von Winning, 1989:93) presenta el rostro de un individuo sobre el cual está un tocado con una entidad animal de pico largo y curvo hacia abajo con A2 (fig. 15).
Una serpiente con ceja en forma de glifo A2 (fig. 16), tiene la boca extremadamente abierta y parece estar a punto de engullirse a la cabeza del personaje situado justamente abajo de ella; parte del mismo A2 se encuentra como base del anterior, en una posición descendente y parcialmente oculto en uno de sus extremos; otro A2 se localiza justo a un lado de la flor que pende de la orejera del personaje clasificado como un ancestro gobernante. Tales ejemplos aparecen en la Estela 5 de Kaminaljuyú, (Parsons, 1986: foto 53), (Cortez, 1986:193, fig. 78).
En el caso de los altares 9 y 10 (fig. 17) del mismo sitio (Cortez, 1986:142, fig. 27), la ceja parcialmente representada se asocia con deidades de nariz larga y curva.
De fecha más cercana a La Mojarra, parece ser la Estela 10 de Kaminaljuyú (fig. 18). Contiene las expresiones más antiguas de glifos en la zona maya, como puede apreciarse en un rubbing elaborado por James B. Porter,
[7] de la Universidad de California en Berkeley. Dicha estela presenta el mismo glifo del que nos hemos estado ocupando, sobre la ceja de uno de los dos personajes, que porta una máscara con rasgos de colmillos de serpiente. Además del A2, se han identificado por medio del rubbing los glifos B4, B8, B9, C2, E4, J4, N7 y N9 de La Mojarra.
La Estela 10 de Kaminaljuyú, (Agrinier, 1960:10, fig. 6a) (Parsons, 1986, ilus 175) (Cortez, 1986:200, fig. 81), aparte de constituir un monumento relevante situado en el Preclásico Terminal (Parsons, 1986), reputado como el ejemplo más antiguo de escritura jeroglífica en la zona maya (Lowe, 1990:85). Como dije, tiene un conjunto de glifos en su parte inferior asociados estilísticamente a algunos de los que aparecen en La Mojarra. Aunque la unidad la integran tres fragmentos unidos, el personaje de la derecha tiene en la ceja a A2. Aunque presenta una fecha de día 8 Ix (jaguar) (comunicación personal de Maricela Ayala, 9 de marzo de 1991), falta el numeral y nombre del mes, mismos que servirían para reconstruir con mayor exactitud la fecha de la Estela 10.
La Estela 11 de Kaminaljuyú (fig. 19) (Parsons, 1986, foto 169) (Cortez, 1986:196, fig. 81), presenta en el tocado del personaje al glifo A2 de manera claramente idéntica. El glifo se repite sobre la cintura del personaje integrándose en la cara de la misma deidad; de su boca parece vomitar un chorro de agua que termina en un elemento trilobulado.
Al igual que la 10, la 11 no ha podido ser fechada exactamente, pero estimo que es coetánea de la de La Mojarra, por las grandes similitudes formales de sus personajes principales; además la ceja del dios Chac y el mismo dios, aparecen claramente representadas (Cortez, 1986:196, fig. 81) tanto en esta Estela como en el Monumento 42 de Bilbao (fig. 20) (Parsons, 1986:foto 183). Además, el personaje del Monumento 42 de Bilbao, Guatemala, presenta un triple adorno de lo que parece ser material de concha, colgando de la deidad de la nariz larga y curva. Aún más, el gobernante de la Estela 11 de Kaminaljuyú está parado sobre la representación altamente estilizada del glifo G7 "tierra". Un análisis concienzudo de dicho glifo en su posición combinada S15, T1 está discutido en Stross y Reilly (1991).
El personaje principal de la Estela 11 de Kaminaljuyú tiene, como dije, un elaborado tocado con la representación de una deidad con la nariz larga, la que presenta en la parte superior de su ojo el citado glifo A2. Aunque no tiene fecha, por su nivel estilístico, reitero mi suposición de que corresponde a la misma época que la Estela 1 de La Mojarra.
En lo que Parsons llama un "monstruo" representado en la parte inferior de la Estela 28 de Kaminaljuyú (fig. 21), ubicada en el Museo Popol Vuh, Guatemala (1986, foto 173), aparece A2 en formas redondeadas y más estilizadas.
El Monumento 17 de Kaminaljuyú (fig. 22) localizado en el montículo D-III-6 presenta el A2 con la diferencia de que en vez de dos son tres las porciones en que se divide uno de los extremos del glifo, en otra representación zooantropomorfa realmente extraordinaria. Parsons lo ubica cronológicamente en el periodo Miraflores Temprano (entre el 200 a.C. y el 200 d.C.), cuestión que me parece razonable desde el punto de vista estilístico (Parsons, 1986: foto 128).
El Monumento 49 de Kaminaljuyú (fig. 23), es llamado "fragmento de cabeza grotesco" (Parsons, 1986: foto 124), en el cual aparece asimismo A2 en ambas cejas. Considero que representa a un muerto con un mascarón con los elementos de la serpiente ("tierra") en que ha sido depositado el difunto. La escultura tiene los ojos cerrados, de su nariz cuelga una placa rectangular y sobre las comisuras de la boca descienden dos volutas en forma de gancho circular, a la usanza de colmillos de víbora.
En el Relieve silueteado de Santa Cruz Quiché (fig. 24) exhibido en el Museum of the American Indian de New York (Parsons, 1986, foto 165), puede verse la figura del animal con similar tratamiento dental (es decir, liso) al de El Zapotal Número Uno (véase fig. 29).
Otro monumento antiguo lo es la Estela D de Tres Zapotes (fig. 25) (Agrinier, 1960:10, fig. 6d) (Norman, 1976:314). Aquí el glifo A2 se presenta de una manera más geométrica, a juzgar por los dibujos elaborados (Agrinier, 1960:10, fig. 6d).
Para representaciones más tardías menciono a las estelas del grupo de Cerro de las Mesas, tales como la 3 y 6, exhibidas en el Museo de Xalapa.
La 3 exhibe el glifo A2 (fig. 26) en la parte correspondiente a la ceja de la entidad terrestre representada en el tablero inferior sobre el cual está parado el personaje principal. Aunque el dibujo de Stirling no es todo lo apropiado que se debería, una inspección detenida a la pieza revela la sección en dos partes del elemento ceja.
La ceja con el glifo A2 de La Mojarra se advierte en el tocado complejamente elaborado que porta la figura humana de la Estela 6 de Cerro de las Mesas (fig. 27), de 468 d.C. El glifo A2 está colocado en lo que ya puedo sostener ser la cabeza de una serpiente que forma el tocado del personaje principal de la referida estela.
La misma deidad de nariz larga aparece en la parte inferior de una de las cuatro caras (en este caso, la posterior) labradas de la Estela Papaloapan (fig. 28); aquí la ceja está tratada esquemáticamente con un bloque cuadrado, lo mismo sucede con una de las entidades (fig. 29) que aparecen a los lados del dios de la muerte trabajado en barro crudo de la zona arqueológica de El Zapotal Número Uno, municipio de Ignacio de la Llave. Una limpieza posterior de la pieza por parte de Brígido Lara reveló mayores detalles en el trabajo de las incisiones, de tal manera que la ceja del Chac está formando una especie de flamas.
La Estela Papaloapan tiene una fecha inscrita muy deteriorada cuya reconstrucción de su Cuenta Larga inscrita en su lado "A", indica los numerales 8.10.4.10.0: 4 Ahau 18 Pax que cae el 22 de abril del año de 243 d.C (calendario Juliano).
Como es de esperarse, numerosos objetos del área cercana a La Mojarra (incluído Cerro de las Mesas) comparten características iconográficas con la Estela, especialmente con el glifo A2.
Una figurilla de cuerpo entero y sonriente (fig. 30), elaborada en barro del Centro de Veracruz (Medellín, 1983:114) porta un máxtlatl o cubre cadera, con un relieve que si se le posiciona a 90 grados hacia su izquierda, puede advertirse que se trata de una cabeza de serpiente con el glifo A2 débilmente insinuado.
Jesús Morales Fernández ha encontrado variadas representaciones de la ceja en objetos de El Tajín, acompañando especialmente a seres humanos, animales y entidades abstractas, fenómeno al que le ha dado el nombre de lacas-tapu, que en totonaco significa "ojo de frijol" por la semejanza morfológica con dicho fruto (comunicación personal, octubre de 1990; véase además el artículo al respecto del mismo autor en la sección de obras consultadas, al final). No obstante, cabe decir que las representaciones en las lápidas de El Tajín son diferentes a la tratada aquí con respecto al glifo A2 de La Mojarra.
En ocasiones la ceja puede confundirse con el párpado medio cerrado en la representación de varias deidades estelares, especialmente la del dios de la lluvia, tal y como aparece en el Códice Borgia (láminas 25, 38) y en otras representaciones numerosas. Algunos autores le han llamado "ojo de muerto", aunque tiene el significado de un cuerpo celeste nocturno.
Una reciente pieza en piedra en la forma de una columna con alto relieves representando a una serpiente (fig. 31), y procedente de Sierra, Montes de Oca, río arriba del Tuxpan, Veracruz, y entregada en enero de 1991 por un saqueador arrepentido al Museo de Jalapa, muestra el típico "ojo de muerto".
Las dos serpientes que forman el cinturón de una cihua de El Zapotal muestran una ceja insinuada con una suave línea horizontal y corresponden a una variedad conocida como "mazacuate", a la cual popularmente en el medio rural se le atribuye gran longevidad y sapiencia.
El sitio de El Zapotal está fechado entre los siglos 6 al 9 d.n.e.
En tanto, otra cihua de El Cocuite (fig. 32), de la misma área cultural de La Mixtequilla y La Mojarra, tiene en el tocado dos entidades con la ceja realzada, mirando a ambos extremos, y parecen figurar a Cipactli o "monstruo" de la tierra.
Casi todas las representaciones de dioses de la lluvia o Chac presentan el elemento ceja que los vincula a reptiles, como puede apreciarse en las esquinas de los ejemplos arquitectónicos del estilo Puuc de la península yucateca (véase al respecto Chichén Itzá y Uxmal, entre otros sitios). Un notable ejemplo de una entidad reptilínea que representa a Cicpactli o Itzmaná está en el disco de oro (Post Clásico Temprano) (fig. 33) recuperado del cenote sagrado de Chichén Itzá (Taube, 1989:6). Debe recordarse que para el pensamiento mesoamericano la tierra estaba sostenida por un gran lagarto. En náhuatl recibía el nombre de Cipactli. El borde exterior del disco muestra por sus cuatro lados a dicha entidad y en la parte inferior al caimán identificado por Taube.
En Monte Albán, la urna del templo 7 Venado (Caso, 1947, lám. xix) que es la representación del equivalente zapoteca del dios de la lluvia, Cocijo, presenta el glifo A2.
Una Estela de Tikal ampliamente conocida es la 9 (Soustelle, 1988:42), con una Cuenta Larga de 8.14.10.13.15, 8 men 8 kayab correspondiente al 11 de abril de 328 d.C., (Gregoriano) Tiene labrado un personaje que mira hacia la derecha, desde el punto de vista del observador. Entre otros elementos, presenta cuatro figuras que parecen corresponder a dioses Chac, por la nariz larga y curva; están distribuídos de la manera siguiente: uno a la altura de las piernas, dos pendiendo del cinturón y uno en la espalda del personaje.
Al igual, el personaje principal de LM contiene cuatro Chac, aunque sus posiciones son diferentes. Empero, la representación de la Estela 9 de Tikal no tiene el glifo A2.

Conclusiones
En un extraordinario y fiel dibujo de Fernando Noel Winfield Reyes basado en una fotografía del Relieve silueteado 2 de Kaminaljuyú (fig. 34), exhibido (Parsons, 1986, foto 164) en el Museo Nacional, Guatemala, se aprecian con lujo de detalles las finas incisiones secundarias grabadas en la piedra. Justamente sobre la parte superior de la nariz puede verse una hermosa cabeza de serpiente, la que considero es la clave para el desciframiento seguro de la entidad y el "maxilar inferior" que representa el glifo A2.
Lo que algunos autores llaman "garra de jaguar" (jaguar-paw) corresponde en realidad al elemento iconográfico figurado en el glifo A2 de La Mojarra. Como se vió anteriormente, el análisis iconográfico cuidadoso del corpus de piezas del sureste mesoamericano indica que se trata de la representación de un maxilar inferior humano (los elementos verticales son la apófisis coronoide y el cóndilo de la mandíbula) asociado a entidades reptiles.
Tocará a los lingüistas el esclarecer si existe alguna asociación semántica a nivel logográfico en las actuales lenguas nativas para esclarecer si una palabra tiene distintas aplicaciones y significados que merezcan haberse ejecutado en la época prehispánica.
Todo parece indicar que la ceja tiene la equivalencia a maxilar inferior, y está asociada a reptiles y probablemente al verbo "morder". Esto es, la representación de un maxilar inferior en la ceja de la serpiente se convirtió en un claro indicativo de una acción rutinaria (y peligrosa para la especie humana) del animal.
Numerosos ejemplos más seguramente aguardan ser descubiertos por el ojo avizor del especialista, pues los casos aquí citados no constituyen más que una pequeña fracción del universo mesoamericano, que espero pueda enriquecerse más adelante.

Listado de monumentos
Bilbao, Monumento 42. (Parsons, 1986, fig. 183; Quirarte, 1973, fig. 12, f).
Centro de Veracruz, Figura sonriente (máxtlatl). (Medellín, 1983:114).
Cerro de las Mesas, Estela 3. Museo de Xalapa.
Cerro de las Mesas, Estela 6. Museo de Xalapa.
Cerros, Estructura Sc-2nd. Fachada Este baja (Cortez, 1986:138, fig. 38).
Chiapa de Corzo, Hueso esgrafiado (Agrinier, 1960: ).
Chichén Itzá, Disco de oro. (Taube, 1989: 6). (Post Clásico Temprano).
El Cocuite, Cihua. Museo de Xalapa.
Copán, Temple 22. (Stuart, G.,1989:496).
Escuintla, Escultura en bloque de felino-sapo (Parsons, 1986: pl. 83).
Estados Unidos de Norteamérica. Dumbarton Oaks, Washington, D.C. Vasija en piedra, con una visión de serpiente incisa. 200 a.C. a 100 d.C. 12 x 14.2 cm (alto relieve). (Schele and Miller, 1986:192, pl. 67b)
Estados Unidos de Norteamérica. Utah Museum of Fine Arts. Salt Lake. Jade con Jester God. 600-800 d.C. (13 x 5 x 9 x 3.5 cm.) (Schele, and Miller, 1986:91, pl. 11).
Gran Bretaña. Museo Británico. Máscara de deidad, jade. 50-300 d.C. 23.2 x 15.6 cm. (Schele and Miller, 1986:93, pl. 15).
Isla de Sacrificios, Vaso. (Medellín, 1983:120).
Izapa, Estela 2 (Cortez, 1986:122, fig. 7; pág. 142, fig. 27).
Izapa, Estela 67. (Navarrete y Hernández Pons, 1985: 240).
Kaminaljuyú, (estilo). Personaje con tocado en forma de ave. (Hellmuth, 1987:228, fig. 480).
Kaminaljuyú, Estela 1. (Parsons, 1986, fig. 145; Barthel and von Winning, 1989:93).
Kaminaljuyú, Estela 5 (Parsons, 1986: foto 53), (Cortez, 1986:193, fig. 78).
Kaminaljuyú, Altar 9 (Cortez, 1986:142, fig. 27).
Kaminaljuyú, Altar 10 (Cortez, 1986:142, fig. 27).
Kaminaljuyú, Estela 10. (Parsons, 1986, ilus 175) (Cortez, 1986:200, fig. 81).
Kaminaljuyú, Estela 11. (Parsons, 1986, foto 169) (Cortez, 1986:196, fig. 81).
Kaminaljuyú, Estela 28. Museo Popol Vuh, Guatemala. (Parsons, 1986, foto 173).
Kaminaljuyú, Monumento 17. (Parsons, 1986: foto 128).
Kaminaljuyú, Monumento 49. (Parsons, 1986: foto 124).
Kaminaljuyú, Relieve silueteado 2. Museo Nacional, Guatemala. (Parsons, 1986, foto 164).
La Mojarra, Estela 1. (Winfield, 1988).
Monte Albán, Urna del templo "7 Venado". (Caso, 1947, lám. xix).
Papaloapan, Estela. Museo de Xalapa.
­ Santa Cruz Quiché, relieve silueteado. (Parsons, 1986, foto 165). En Estados Unidos de Norteamérica. New York. Museum of the American Indian.
Tres Zapotes, Estela D. (Norman, 1976: 314).
Zapotal, El. Cihua. Museo de Xalapa.
Zapotal, El, Mictlantecuhtli. (Gutiérrez y Hamilton, 1977, ilus).

Lista de ilustraciones
1. Glifos de La Mojarra y Glifo A2.
2. Dibujo del hueso 1 de Chiapa de Corzo.
3. Figura A del hueso 1 de Chiapa de Corzo.
4. Dibujo del diseño del hueso 3 de Chiapa de Corzo.
5. Figura D del hueso 3 de Chiapa de Corzo.
6. Figura E del hueso 3 de Chiapa de Corzo.
7. Estela 2 de Izapa. Detalle de la deidad pájaro principal.
8. Estela 2 de Izapa. Cabeza de la deidad pájaro principal.
9. Estela 67 de Izapa. Detalle de la cabeza de la deidad.
10. Cerros, Belice, Estructura Sc-2nd. Fachada Este baja
11. Cabeza de jade.
12. Máscara funeraria.
13. Vaso con serpientes.
13a. Dibujo parcial del vaso con serpientes.
14. Figura en vasija tipo Kaminaljuyú.
15. Estela 1 de Kaminaljuyú.
16. Estela 5 de Kaminaljuyú.
17. Altares 9 y 10 de Kaminaljuyú.
18. Estela 10 de Kaminaljuyú.
19. Estela 11 de Kaminaljuyú.
20. Monumento 42 de Bilbao.
21. Estela 28 de Kaminaljuyú.
22. Monumento 17 de Kaminaljuyú.
23. Monumento 49 de Kaminaljuyú.
24. Relieve silueteado de Santa Cruz Quiché.
25. Estela D de Tres Zapotes.
26. Estela 3 de Cerro de las Mesas. Detalle.
27. Estela 6 de Cerro de las Mesas.
27a. Tocado y ceja del tocado del personaje en la Estela 6 de Cerro de las Mesas.
28. Detalle inferior de la cara "C" de la Estela Papaloapan.
29. El Zapotal Número Uno. Entidad en el adoratorio principal de Mictlantecuhtli.
30. Centro de Veracruz. Detalle de máxtlatl en figura sonriente.
31. Tuxpan. Detalle de cabeza de serpiente en columna de basalto.
32. Cihuateotl de El Cocuite. Detalle del tocado.
33. Chichén Itzá. Disco de oro.
34. Relieve silueteado 2 de Kaminaljuyú. Detalle.

Créditos de las ilustraciones.
Pierre Agrinier, 2-6, 25
Constance Cortez, 7, 8, 10, 16, 17, 19
Guillermo Grajeda Mena, 18
Nicholas Hellmuth, 14
Justine Kerr, 13
Alfonso Medellín Zenil, 27
Lee Allen Parsons, 15
Roberto Rodríguez, 9, 11, 12, 29, 30
Linda Schele, 13a
George E. Stuart, 1
Karl A. Taube, 33
Fernando Winfield Capitaine, 22, 23, 27a, 28, 31, 32
Fernando Noel Winfield Reyes, 1, 21, 27a, 31, 34

Obras consultadas
Agrinier, Pierre. The Carved Human Femures from Tomb 1, Chiapa de Corzo, Chiapas, Mexico. Orinda, California. New World Archaeological Foundation, 1960 (Papers of the New World Archaeological Foundation, 6).
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Sábado 20 de abril de 1991.
[1] Paul Kirchoff. Historia Tolteca-Chichimeca. INAH.
[2] Berlín, Heinrich. "El Glifo 'Emblema' en las Inscripciones Mayas". EN: Journal de la Société des Américanistes, 47:111-119, París, 1958.
[3] Tatiana Prouskouriakoff. "Historical Implications of a Pattern of Dates at Piedras Negras, Guatemala." EN: American Antiquity 25:454-475, 1960.
[4] Carolyn Tate cit por Robert L. Hall, 1990.
[5] El cercado cósmico, ilus. 30, 30a, p. 56,57, Hombres y Serpientes, láms. 74-77.
[6] Winfield Capitaine, 1988.
[7] Agradezco a Merle Greene Robertson, del Pre-Columbian Art Research Institute de la Universidad de Tulane en San Francisco, el envío de los dibujos de Grajeda y dos rubbings, uno elaborado por Porter y otro por ella misma, de la Estela 10 de Kaminaljuyú. A Martha Macri le doy las gracias por el dibujo reconstructivo de los glifos de la citada Estela 10, a cargo de James Porter.

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